Desde su Pastora, Francia
Solo cuando el hombre reconoce que no es nada, es recién que empieza a ser algo en las manos de Dios.
El hombre no muere cuando deja de existir; sino, cuando deja de tener Fe en Dios.
Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa muy bien lo que estás dando.
Trabaja como si todo dependiera de ti, pero confía como si todo dependiera de Dios.
En el mundo somos reconocidos por nuestros logros, pero en el Reino de Dios somos conocidos por nuestro corazón.
Viva usted de tal manera que cuando la gente le conozca, tenga ganas de conocer a Jesús.
El que se humilla ante Dios no se humillará ante nadie.
Lo que tengo en Dios es más grande, que lo que no tengo en la vida.
Un pequeño paso a la obediencia de la palabra de Dios; es un paso agigantado hacia la bendición.
La paz no es no tener conflictos, sino en el conflicto mantener la paz.
Cuando la Vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones por las cuales sonreír.
Las acciones hablan más fuerte que las palabras.
Todo está bien al final; Si no está bien, entonces no es el final.
No es lo que hay en tu bolsillo lo que te hace agradecido, sino lo que hay en tu corazón.
Es mejor ver a un valiente llorando que a un cobarde riendo.
Si quieres a Una Princesa por Esposa, Esfuérzate por ser un Príncipe
Lo más fácil es criticar. Lo más difícil es amar.
Las emociones son características de los humanos, pero el amor verdadero proviene de Dios.
Cuando Dios me da lo que necesito, eso es "PROVISIÓN". Cuando Dios me da más de lo que necesito, y puedo dar a otros, eso se llama "BENDICIÓN".
Si quieres saber tu pasado mira quién eres, si quieres saber tu futuro mira qué haces.
Vivir para otros no es solo ley del deber, sino también ley de la felicidad.
El amor es tan cierto y necesario, como el agua y el oxígeno, que sin ellos no puedes vivir. El que no ama, no vive.
La acción más pequeña es mejor que la intención más grande.
El amor es un don de Dios, quien lo rechaza muere en vida, quien lo acepta vive para siempre.
Los que sienten pena solo manifiestan lástima. En cambio, los que tienen compasión hacen algo al respecto. Los compasivos ponen sus oraciones en movimiento y traducen sus palabras en actos de bondad.
"Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús". Ef. 3:14